Automatización Robótica de Procesos: el comienzo de una nueva era
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Automatización Robótica de Procesos: el comienzo de una nueva era
El Covid-19 ha hecho que la incidencia del teletrabajo en España pase de un 5 a un 34%, lo que equivale a que el trabajo en remoto se ha convertido en la modalidad de empleo para uno de cada tres trabajadores. Y aunque se ha hecho de una forma urgente y poco planificada, los expertos coinciden: el teletrabajo ha llegado para quedarse y eso transformará nuestro lugar de trabajo. Aunque como veremos más adelante no será la primera vez.
Trabajar en remoto y el afianzamiento de lo digital, dará lugar a nuevos compañeros de trabajo con los que tomarse un café: los asistentes virtuales o también conocidos por un término que cada vez tiene más popularidad e impacto en el sector: los digital coworkers, cuya contribución, según IDC Research España, aumentará en un 35% a medida que más tareas son automatizadas gracias a la tecnología.
En este artículo hablaremos de la Automatización Robótica de Procesos (RPA) como una de las tecnologías claves que ha dado lugar a la Cuarta Revolución Industrial y de su influencia en el trabajo, ampliando así la información que ofrecemos en el post de 2020, ¿el año de la automatización?
De la primera a la cuarta Revolución Industrial
Hace 100 años el lugar de trabajo era muy diferente al de hoy: sin ordenadores, Internet ni softwares dirigiendo cada elemento de la empresa. Con el nuevo siglo, vimos los comienzos de Internet y el email conectando todo en todos los sitios, creando un entorno desafiante para las compañías. De hecho, desde el año 2000, el 50% de las compañías de Fortune 500 han desaparecido al dejar de ser competitivas a medida que profundizamos en la era de la disrupción digital o en la que se conoce, según el Foro Económico Mundial, como la Cuarta Revolución Industrial.
Repasemos la evolución desde la primera hasta la cuarta Revolución Industrial:
● Primera Revolución Industrial (Siglo XVIII). Uso de máquinas de vapor que permitieron la mecanización de fábricas textiles y de hierro. Europa vivió un boom de crecimiento a medida que la población migraba de las zonas rurales a la ciudad por trabajo.
● Segunda Revolución Industrial: (Siglo XIX). Fue impulsada por la electricidad apoyada por el boom de la fabricación y las líneas de producción, lo que condujo a la especialización del trabajo y la optimización de costos.
● Tercera Revolución Industrial (Siglo XX). Conocida como el comienzo de la era de la información en la que pasamos de las tecnologías analógicas a las digitales.
● Cuarta Revolución Industrial (Siglo XXI). Esta etapa se basa en una nueva gama de tecnologías impulsadas por la interconectividad, como la Automatización Robótica de Procesos, la Producción Autónoma, la Inteligencia Artificial, la Analítica e Internet de las Cosas.
¿Qué es la Automatización Robótica de Procesos?
En las películas “Sin límites” (2011) o “Lucy” (2014), nos encontramos una droga experimental o pastillas de la inteligencia que permite a los protagonistas usar el 100% de su cerebro de forma continuada.
Si nos ceñimos al sector empresarial, hasta un 80% del trabajo de una persona puede describirse como basado en reglas que pueden ser automatizadas. ¿Te imaginas una tecnología que permitiera liberar a los equipos de las acciones y procesos repetitivos que no requieren una decisión o criterio humano? De esta forma, y sin necesidad de ninguna pastilla para la inteligencia, podríamos dedicar nuestro cerebro y tiempo a tareas en las que el ser humano es el mejor, como las que necesiten juicio, comunicación, atención y pensamiento crítico.
Esta tecnología existe y se llama Automatización Robótica de Procesos (RPA). RPA es una aplicación robótica que permite la automatización de tareas y procesos de negocio sin intervención humana en cualquier departamento, como copiar y pegar datos, mover archivos y carpetas, leer y escribir en bases de datos, extraer datos de sitios web… y muchas más que recopilamos a continuación para dejar constancia del potencial de esta tecnología:
Trabaja sin descanso las 24 horas del día, excepto en los momentos de mantenimiento y actualización, con una precisión del 100% y documentando todo el trabajo realizado, consiguiendo, de este modo, aumentar de la productividad, ahorrar tiempo, reducir costes, incrementar la fiabilidad y elevar los niveles de escalabilidad y flexibilidad para, como hemos comentado anteriormente, adaptarse a las necesidades reales y realizar tareas de valor más estratégicas.
Claves y proceso de implantación
La Automatización Robótica de Procesos tiene un impacto muy significativo en las empresas y en los trabajos de la actualidad, lo que se traduce en un alto retorno de inversión para el impacto mínimo que tiene su implantación en la compañía, ya que no implica un gran coste, consume pocos recursos y puede ponerse en marcha en cuestión de semanas a través de estas 4 fases:
Sin embargo, esto no quiere decir que no existan claves o puntos críticos para que la implantación de la automatización robótica de procesos para que sea un éxito. Éstas son:
- Tener claro que RPA no es un robot físico
- Que si implantación no altera la infraestructura ni las apps de la empresa
- Aunque sí necesite un software RPA, una infraestructura de hardware y de IT
- Que requiere de una cuidadosa investigación y planificación
- De la colaboración y comunicación entre todos los stakeholders
- La participación y experiencia técnica de IT desde el principio
- Documentar todos los pasos y testear todo
- Y un plan de mantenimiento y seguimiento
Conclusión: ¿estamos abiertos al cambio?
Más que nunca es necesario estar preparado para nuevas tecnologías como la automatización robótica de procesos que están a pocos años de ser parte de la vida cotidiana de los negocios.
Pero para eso las empresas deben estar abiertas al cambio. La innovación no se da en ambientes cerrados y quien no innova se queda atrás o desaparece como ha pasado con el 50% de las empresas de Fortune 500 desde el año 2.000.
La escalabilidad o la capacidad de adaptación de las organizaciones juega un papel fundamental en su competitividad y propia estabilidad. Los mayores beneficios vendrán para aquellas organizaciones que puedan adaptar su infraestructura tecnológica y humana.
De esta forma, serán partícipes de una nueva era: la Cuarta Revolución Industrial.